La construción de nuestro modelo
29.05.2013 12:13
Cuando somos pequeños se nos va educando y educar consiste en que se nos
vaya diciendo lo que hay que hacer, cómo hay que hacerlo, y lo que no hay que
hacer. El niño va aprendiendo eso que se le enseña, pero no sólo lo aprende
sino que lo acepta tal como se le da, es decir, como la verdad y el bien . O
sea que el niño se identifica a sí mismo como valor en tanto que modelo y en
tanto que modo particular de ser.
El niño va aceptando esta idea que se le da de que él no vale como ser, sino
que su único valor está en su modo de ser, de que él no “es”; Él es o bueno o
malo, o listo o tonto, pero el “ser”, él “es”, esto no existe, no tiene ningún valor.
El “ser” (este foco de inteligencia, de energía y de afectividad), es algo central
en el niño, en todo el mundo, es algo central que surge del fondo, del fondo de
la mente, del fondo de la afectividad, del fondo de la energía.
Pero, en cambio, el modo de ser se adquiere a través de la mente concreta.
Y en la medida que el niño acepta que su valor está en el modo de ser,
necesita retener el modelo con su mente concreta, provocando la progresiva
desconexión de su fondo natural.
Al situarse en el sector más exterior de la mente se desconecta del fondo,
donde está su propia fuente de energía vital y por lo tanto su propia conciencia
de seguridad como ser concreto.
Se desconecta también de su fondo afectivo, su fondo afectivo de donde está
fluyendo toda su capacidad de amar, de gozar, de felicidad.
Y se desconecta también de su fondo mental desde donde el niño tiene la
capacidad de ver por sí mismo , se desconecta de su capacidad de
evidencia y entonces todo él empieza a vivir a partir de esa fachada, del modo
de ser.
La desconexión de este fondo (de seguridad, de este fondo de felicidad, de
este fondo de evidencia) impide al niño que viva directamente, en su fuente,
estas cualidades básicas, obligándole a proyectar en el exterior. Entonces
estará exigiendo que el exterior le dé seguridad, que el exterior le dé felicidad,
que el exterior le dé la información que ha de aceptar.
Del fondo surge todo lo que soy capaz de vivir y uno se desconecta del fondo
para instalarse en la mente externa y convierte esta mente externa en un
centro artificial.
Lo importante es que se vea claro que el modelo implica -cuando se convierte
en centro- la desconexión del centro natural.